Un ciberataque masivo puede tener consecuencias devastadoras para una empresa, desde la pérdida de datos sensibles hasta la interrupción total de las operaciones. Check Point® Software Technologies Ltd. (NASDAQ: CHKP), pionero y líder global en soluciones de ciberseguridad, destaca que la rapidez y precisión con la que se reacciona son cruciales para minimizar el impacto.
España ha experimentado un número creciente de ataques más extensos, intensos y sofisticados. En el tercer trimestre de 2024, se ha registrado un promedio de 1.775 incidentes semanales por empresa, cifra cercana a la media mundial (1.876), según datos de Check Point Research. Los ciberataques son una realidad alarmante y los recientes a grandes empresas en España han tenido un impacto significativo y han causado interrupciones operativas, pérdidas económicas y daños reputacionales.
Los atacantes han desplegado tácticas cada vez más mejoradas, como el ransomware o el phishing, lo que ha aumentado las brechas de datos y la exposición de información sensible. Según datos del Security Report Iberia, en la región se ha observado un dramático aumento en los ataques de ransomware alcanzando las 5.000 víctimas registradas el pasado año, lo que supone un incremento del 90% en relación con el año anterior. A esto hay que sumarle la aparición de la IA Generativa y el efecto que ha tenido en la creación de nuevas amenazas mucho más sofisticados y creíbles.
Además, según una encuesta realizada por Check Point Software junto a Vanson Bourne, la escasez de profesionales formados en ciberseguridad afecta gravemente a la eficacia con la que las compañías pueden establecer un sistema de defensa adecuado contra la ciberdelincuencia basada en IA. El 98% de los encuestados ha señalado que ha tenido un «impacto» en sus operaciones de seguridad y el 40% ha destacado un «fuerte impacto».
Ante esta situación, es imprescindible señalar que las primeras horas después de un ataque son decisivas y marcan la diferencia entre una recuperación efectiva y un impacto prolongado en las operaciones. Para protegerse en este tipo de situaciones, es fundamental contar con un plan de acción estructurado que permita contener la amenaza rápidamente. Por ello, Check Point Software quiere señalar los siete pasos clave a seguir para reducir al máximo el daño tras ser víctima de un ciberataque:
Aislar el sistema afectado: aislar los sistemas comprometidos es crucial para evitar que el malware se propague a otras partes de la red. Esto incluye desconectar dispositivos afectados de la red y accesos remotos no esenciales.
Notificar al equipo de respuesta a incidentes: una vez detectado el ataque, es fundamental notificar de inmediato al equipo de respuesta a incidentes de la empresa. Este debe estar preparado para activar los protocolos de emergencia, identificar las vulnerabilidades y coordinar las acciones de mitigación en tiempo real.
Evaluar el alcance del daño: para evaluar el impacto se deben identificar qué sistemas o datos han sido afectados y determinar si la información sensible ha sido comprometida. Un análisis preciso es necesario para determinar la gravedad del incidente y priorizar las acciones a seguir.
Comunicarlo a las partes clave: informar a los líderes de la empresa y a los proveedores de servicios externos, permite coordinar esfuerzos para abordar el ataque y prevenir más daños. Además, es importante comunicar el incidente a las autoridades correspondientes, como las agencias de protección de datos. Con la implementación de la nueva Directiva NIS2, muchas empresas ya están obligadas a cumplir con esta obligación. En caso de no hacerlo, podrían enfrentarse a sanciones significativas, lo que subraya la importancia de cumplir con estos requisitos para garantizar una respuesta adecuada y evitar consecuencias legales.
Implementar copias de seguridad y restaurar sistemas: si hay backups disponibles, es el momento de restaurar los sistemas a su estado previo al ataque. Es crucial asegurarse de que las copias de seguridad no estén comprometidas antes de su restauración.
Realizar un análisis forense del ataque: una vez contenida la amenaza, es importante investigar el origen del ataque y las vulnerabilidades explotadas. Este análisis es clave para prevenir futuros incidentes.
Actualizar protocolos de seguridad: será esencial que el siguiente paso sea ajustar las normativas de seguridad para prevenir ataques futuros y actualizar los protocolos. Las lecciones aprendidas de este incidente deben reflejarse en medidas preventivas, como la actualización de software, el refuerzo de la capacitación en ciberseguridad y la implementación de tecnologías más avanzadas.
“Los ciberataques masivos son una amenaza creciente para las empresas de todos los tamaños. Sin embargo, con una respuesta rápida y estructurada es posible reducir considerablemente los daños y recuperar el control. Las primeras horas son fundamentales para contener la amenaza y prevenir un impacto a largo plazo”, destaca Eusebio Nieva, director técnico de Check Point Software para España y Portugal. “Tener un plan de respuesta a incidentes bien definido y practicarlo regularmente es esencial para cualquier empresa que quiera protegerse de los ciberriesgos”, concluye.
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